jueves, 13 de julio de 2023

¿Relaciones sanas en la pareja?



Son muchas las parejas que acuden a sesiones con problemas en cuanto a su relación. Por ello, planteamos a continuación información útil sobre cómo establecer relaciones de calidad.

Cuando queremos tener relaciones sanas, debemos saber que estas no se encuentran porque sí, sino que debemos construirlas. Estas están caracterizadas por el respeto, la confianza, la comunicación, el amor y el disfrute, entre otras cuestiones.

En 1988, Robert Sternberg formula la Teoría Triangular del Amor donde nos habla de los tipos de amor que existen y cuales son las variables que los componen en función del tipo de amor. Dichas variables son: la intimidad, el compromiso y la pasión.

  • Intimidad: implica la sensación de sentirse comprendido y de comprender al otro dentro de la relación.

  • Deseo: implica la percepción de querer mantener intimidad física con la pareja.

  • Compromiso: se refiere al hecho de construir proyectos en común, de mostrar implicación por ambos miembros en la construcción y mantenimiento de la pareja.

Este autor define hasta 7 tipos de amor, donde podemos encontrar el amor romántico (intimidad + pasión), el amor sociable (intimidad + compromiso) o el amor fatuo (compromiso + pasión), entre otros. Aunque para este autor, el amor ideal sería el amor consumado, compuesto por las tres variables descritas anteriormente (intimidad + pasión + compromiso).

Dentro de la idea que tenemos de amor, también existen ciertos mitos o creencias que dificultan el establecimiento de vínculos sanos. Algunos ejemplos podrían ser que “el amor todo lo puede” o “hay que sufrir por amor”. Cuando una relación nos hace sufrir, podemos definir este vínculo como “tóxico” o “dañino”, aunque no debemos catalogar a la persona con esta etiqueta, sino a la relación que entablamos con él o ella.

Las relaciones tóxicas o dañinas, suelen presentar ciertos elementos sobre los que debemos prestar especial atención. Entre estos se encuentra la dependencia emocional y la codependencia.

Podríamos definir la dependencia emocional como la incapacidad para funcionar adecuadamente sin la aprobación y el apoyo de la pareja, esto fomenta a medio-largo plazo el sentimiento de inseguridad, y supone una dificultad a la hora de dejar una relación por sentir un enganche o necesidad afectiva con esa persona, mientras que la codependencia sería la necesidad de ayudar y agradar al otro, sobre pensando constantemente lo que el otro miembro de la relación necesita.

Una de las características más comunes de una relación disfuncional es la intermitencia en el cuidado del vínculo por una o ambas partes, que crea adicción a la persona, por ejemplo:


Marta y Pablo mantienen una relación desde hace tres meses. A menudo Marta siente que Pablo no está del todo implicado en la relación como sí lo estaba al comienzo de esta. Ella siente que en ocasiones él la deja de lado y otras veces es muy efusivo. Esto hace que Marta sienta una montaña rusa de emociones.


La intensidad e intermitencia de estos estímulos es lo que genera esa “adicción” hacia la relación con Pablo (como cualquier otro tipo de adicción, como por ejemplo el juego). Es decir, Marta nunca sabe cuándo se producirá esta conducta positiva, la cual podemos entender como un refuerzo, que fomenta el mantenimiento de la relación. En conclusión, aunque en los momentos complicados Marta se replantee la relación, los momentos buenos crean la ilusión de que la relación merece la pena, fomentando esa adicción y dependencia emocional hacia Pablo, haciendo más complicada la ruptura.

A continuación, se incluyen una serie de recomendaciones para mantener relaciones sanas:(más personal)

  • Ser un equipo: las decisiones en la pareja deben tomarse de forma conjunta, no de manera impuesta. Es decir, ambos miembros de la relación deben estar conformes con los acuerdos tomados, por ello, se destaca la importancia de ceder, siempre que no se sobrepasen nuestros límites personales (por lo que es necesario conocer nuestros límites para no sobrepasarlos).

  • Respetarse y valorarse: es muy importante tratar los diferentes temas desde una perspectiva constructiva, es decir, sin la intención de herir al otro cuando se muestra disconformidad. Debemos trasladar las cuestiones que nos preocupan con la idea de construir soluciones conjuntas. Esto se aplica tanto al ámbito privado como al público, es decir, tanto a la intimidad de la pareja como cuando se encuentran con otras personas.

  • Confianza y conversación: Se destaca la importancia del espacio privado de cada individuo, entendiendo que aunque tengamos nuestro espacio en pareja no debemos descuidar nuestro ocio personal y otros vínculos ajenos a la pareja, como familia y/o amigos.

  • Disfrute: en las relaciones es fundamental que exista más bienestar que malestar, siempre que estas situaciones negativas no supongan un traspaso de los límites personales ni impliquen violencia. Se añade la importancia de pasar tiempo de calidad en pareja, es decir, dedicar tiempo a realizar actividades placenteras juntos y que aumenten la conexión de la pareja (noche de cine, cena romántica, paseo viendo la puesta de sol, etc.).

A modo de conclusión, se debe tener en cuenta que estas recomendaciones pueden ayudar a mantener unas buenas dinámicas de pareja, sin embargo, si creen que tienen dificultades en su relación no duden en acudir a un profesional de la psicología.

Referencias:

  • Sternberg, R. (1989). El triángulo del amor. Barcelona; Paidós.

  • Lara, L., Providell, L., & Labra, P. (2020). Relaciones sanas. Recuperado de https://www.researchgate.net/profile/Laura-Lara-11/publication/343583963_Relaciones_sanas_Guia_para_la_prevencion_de_la_violencia_en_las_relaciones_de_pareja_joven/links/5f32b0f692851cd302ef1185/Relaciones-sanas-Guia-para-la-prevencion-de-la-violencia-en-las-relaciones-de-pareja-joven.pdf

  • Esclapez, M. (2022). Me quiero, te quiero: una guía para desarrollar relaciones sanas (y mejorar las que ya tienes). Barcelona; Bruguera.


Helena Guimerá Rosety - Psicóloga
Julia de la Torre Murillo - Psicóloga

Colaboradoras con Latour Psicología

jueves, 17 de noviembre de 2022

Autorregulación emocional

 

AUTORREGULACIÓN EMOCIONAL

Autorregulación emocional: qué es y cómo mejorarla - Desarrollo personal -  Blog dosis de psicología | Emocional, Autorregulación, Emociones


La autorregulación implica la capacidad que tiene cada persona de canalizar (regular o dirigir) nuestra experiencia emocional.

¿Y que es canalizar? Canalizar emocionales es identificarlas, expresarlas de un modo adecuado, con la persona adecuada, y de la forma adecuada, ademas de, LO MÁS IMPORTANTE, leer el mensaje que nos dan.

Hacer una buena gestión no significa contener o reprimir, ni tampoco potenciar la expresión desatada de las emociones, IMPLICA ENCONTRAR UNA SALIDA QUE SEA ADECUADA A CADA EMOCION, VALORANDO CUÁL ES LA OPCIÓN MÁS EFECTIVA PARA UNO MISMO.

Cuánto más desarrollada tengamos la conciencia emocional, más fácil será hacer una buena gestión emocional.

Gran parte de las dificultades emocionales que experimentamos proceden de ir añadiendo emociones mal canalizadas (CARGAS EMOCIONALES), o de que se cronifiquen.

Las emociones son una buena fuente de información que acompañará al autoconocimiento, es decir, desde las conductas hasta los principios es uno de los ingredientes importantes para movilizar mi comportamiento o paralizarlo en función a su gestión.

La autorregulación me va a servir para utilizar las emociones en ese comportamiento y su correspondiente gestión a través de la gestión de los sentimientos.

Todo este proceso me va a dar SERENIDAD, al estar relacionado el autoconocimiento con la autorregulación emocional.


Bárbara Basallote Quirós

Psicóloga

Coach y Experta en Inteligencia Emocional

jueves, 25 de marzo de 2021

Cuentos psicoterapéuticos

¿Cómo crecer?

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó: ¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío? No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: «Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda».



jueves, 4 de marzo de 2021

Cuentos psicoterapéuticos


Un bote lleno de sabiduría 

Un profesor, delante de su clase de Filosofía y sin decir palabra, tomó un frasco grande y vacío de mayonesa y procedió a llenarlo con pelotas de golf. 

Luego le preguntó a sus estudiantes si el frasco estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí. 

Así que el profesor tomo una caja llena de canicas y la vació dentro del frasco de mayonesa. Las canicas llenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el frasco estaba lleno, ellos volvieron a decir que sí. 

Luego el profesor tomó una caja con arena y la vació dentro del frasco. Por supuesto, la arena lleno todos los espacios vacíos, así que el profesor preguntó nuevamente si el frasco estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes respondieron con un ‘sí’ unánime. 

El profesor enseguida agregó dos tazas de café al contenido del frasco y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían en esta ocasión. Cuando la risa se apagaba, el profesor dijo:

Quiero que se os fijéis que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor... todo lo que te apasiona. Son cosas, que aún si todo lo demás lo perdiéramos y solo éstas quedaran, nuestras vidas aún estarían llenas.

Las canicas son las otras cosas que importan, como el trabajo, la casa, el  coche...

La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas. 

Si le damos prioridad a la arena en el frasco, no habría espacio para las canicas ni para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida. Si invertimos nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes

Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. 

Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y reparar la llave del agua. Ocúpate de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan y establece tus prioridades, el resto es solo arena. 

Una de los estudiantes levantó la mano y preguntó por lo que representaba el café. El profesor sonrió y dijo: 

–¡Me encanta que me hagas esta pregunta! Es para demostrar que, aunque tu vida te parezca llena, siempre hay lugar para dos tazas de café con un amigo.

domingo, 21 de febrero de 2021

Las bases del llanto (Sandra Correa)



Al nacer, nuestra primera interacción con el mundo es el llanto. Posteriormente, lo usamos como una forma de comunicación, para hacer saber a nuestra madre o padre que tenemos hambre o frío. Luego lloramos por dolor, por tristeza, pero también por alegría, y a veces no sabemos por qué. Sin embargo, está claro que el llanto tiene una función tanto social como fisiológica; a continuación exploraremos las bases neuronales, fisiológicas y psicológicas de las lágrimas y el llanto.

¿Por qué lloramos?

Aparentemente, no solo los seres humanos, sino en general todos los mamíferos tienen una forma de llorar. Desde una perspectiva biológica, más allá de la segregación de lágrimas, hace referencia a una serie de sonidos que indican malestar (Newman, 2007).

Esta forma de comunicación, ha evolucionado a lo largo de los siglos y las especies, pues constituye una forma de comunicación fundamental para garantizar la supervivencia de la cría (Newman, 2007).

Sin embargo, específicamente en humanos, se define el llanto como la segregación de lágrimas desde las estructuras lacrimales que, especialmente en momentos de tristeza, pueden están acompañadas de expresiones faciales características, vocalizaciones, e inhalaciones y exhalaciones fuertes -casi convulsivas- (Rottenberg, et al., 2002).

¿Por qué lloramos cuando somos adultos?

Mientras que en los niños y niñas el llanto cumple una función de supervivencia y como medio para incrementar el vínculo con los cuidadores, las personas adultas lloramos por motivos que son más complejos. Como adultos, lloramos porque necesitamos aliviar el malestar, motivándonos a ejecutar una acción para generar en otros una respuesta empática o para promover una homeostasis fisiológica (Rottenberg, et al., 2002).

Teoría de los dos componentes

Adicionalmente, la teoría cognitiva sostiene que, para que se presente el llanto no importa si estamos felices o tristes, sino que se compone de dos situaciones clave (Pelowski, 2015):

  • Inicialmente, se debe presentar una disonancia cognitiva entre las expectativas y la percepción, lo cual genera un periodo de tensión o ansiedad, en la que se busca ajustar dicha disonancia.
  • Posteriormente, puede haber un desencadenante psicológico o externo, que permite procesar la disonancia, y finalmente causa las lágrimas.

El llanto como la interacción compleja de diversos sistemas

Otros investigadores proponen que el llanto es la interacción de procesos psicológicos, biológicos, cognitivos y sociales. De acuerdo con esta teoría, para que una persona llore, se debe tener en cuenta (Vingerhoets, et al., 2000):

  • Cada individuo evalúa los eventos ambientales de acuerdo con una postura, que puede ser individual o bajo una estructura social.
  • Individualmente, para esta evaluación se puede incluir el estado emocional previo, las metas y expectativas, la relevancia del estímulo, las experiencias previas, y la habilidad para adaptarse a esta situación.
  • Cada situación puede elicitar varias emociones diferentes.
  • La evaluación de la situación genera una serie de respuestas funcionales –fisiológicas, expresivas, experimentales y comportamentales–
  • La experiencia suele ser modulada –exagerada, disminuida o inhibida del todo-.
  • Finalmente, puede generarse el llanto, el cual puede ser asociado con una sensación de no poder adaptarse o responder ante la situación evaluada.

Bases neuronales del llanto

Los modelos humanos y animales han propuesto que, cuanto más joven es el infante, menos áreas corticales se activan cuando llora; debido a esto, se denomina modelo del tallo cerebral, según el cual, el área de mayor activación es la materia gris periacuductual (Newman, 2007).

Se ha encontrado evidencia de que el llanto también se puede relacionar con una activación en el giro cingulado y la amígdala, los cuales forman parte del sistema límbico, conocido por su papel fundamental en la elaboración y expresión emocional (Newman, 2007).

Por lo tanto, se puede hacer una diferenciación entre el llanto ‘evolutivo’, que permite que las necesidades básicas sean atendidas, y un llanto de carácter más emocional.

Los lagrimales están bajo el control del sistema nervioso simpático y parasimpático. La principal glándula lagrimal está inervada por los pares craneales quinto –trigémino– y séptimo –facial-. Adicionalmente, tiene conexiones con otras áreas corticales como la corteza prefrontal, los ganglios basales, el tálamo y el hipotálamo (Vingerhoets, et al., 2000).

Depresión y llanto

Aunque teóricamente, las personas con depresión suelen llorar con mayor frecuencia, las investigaciones actuales no han encontrado mayor evidencia de este hecho. Algunas investigaciones han encontrado que es más común que se presente llanto en personas con inestabilidad emocional, que en aquellas clínicamente deprimidas. Incluso, en estados más profundos de depresión, se anula el llanto casi por completo; esto puede relacionarse con una disminución significativa en la activación emocional en estos pacientes (Rottenberg, et al., 2002)

Variables sociodemográficas que influyen en por qué lloramos

Aunque todos los seres humanos –obviando aquellos con patologías específicas– estamos en disposición de llorar, existen variables sociodemográficas que intervienen en la posibilidad de hacerlo. Dentro de estas se encuentran (Vingerhoets, et al., 2000):

  • La frecuencia e intensidad del llanto decrecen con la edad.
  • La influencia social del género en el llanto aparece alrededor de los 13 años de edad. Sin embargo, la frecuencia o intensidad del llanto no es algo que sea determinado por el género, sino por características individuales.
  • Algunos estudios sugieren que mientras los hombres suelen llorar más por tristeza y razones positivas –incluidas representaciones artísticas-, las mujeres suelen hacerlo por ansiedad, miedo e ira.
  • Los hombres que se apegan a roles de género tradicionales y con baja escolaridad suelen llorar menos, que aquellos que aceptan roles más flexibles y tienen mayor escolaridad.
  • Las mujeres con cargos laborales más altos, tienden a llorar menos.
  • Terapeutas y profesionales en enfermería suelen llorar más que aquellos que se desempeñan en el área de la ingeniería o el ejército.
  • Las situaciones consideradas tiernas o dulces son las que suelen hacer llorar a las personas mayores con mayor frecuencia.
  • En la adultez, solemos llorar más cuando estamos solos.

Conclusiones

En conclusión, si nos preguntamos ¿por qué lloramos?, la respuesta puede ser muy amplia. El llanto inició como una forma de comunicación evolutiva entre los mamíferos, y a medida que se desarrolló la especie, adoptó múltiples significados sociales y culturales, relacionados con manifestaciones de la expresividad emocional.

https://www.menteyciencia.com/por-que-lloramos-bases-del-llanto-y-las-lagrimas/?fbclid=IwAR0mZo2s8Pxsc9xFV8Q4a2614yc_mdgQuup9Iv_ReTOwM_f2cDnqHfAGUdw

Artículo escrito y avalado por la psicóloga Sandra Correa

Mente y Ciencia