jueves, 29 de agosto de 2013

El niño que murió 'como si estuviera en un campo de concentración'



¿Cómo es posible que en el Reino Unido y en pleno siglo XXI muera un niño de cuatro años "como si estuviera en un campo de concentración"? ¿Cómo pudieron los profesores, los trabajadores sociales y los doctores pasar por alto un caso como el Daniel Pelka, que murió desnutrido, torturado y golpeado sistemáticamente por su madre y su padrastro, adictos a la heroína y empapados en alcohol?

"La muerte de Daniel pesa sobre nuestra conciencia", ha declarado hoy el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, que no acaba de creerse cómo los abusos pudieron pasar inadvertidos a los ojos de quienes trataban a diario con el niño: "¿Cómo nadie dio la voz de alarma? ¿Cómo nadie fue capaz de hacer algo por él? Vamos a revisar a fondo este caso para evitar que abusos así puedan volver a ocurrir en este país".

Daniel Pelka falleció en marzo del año pasado, pero ha sido ahora, durante el reciente juicio en Birmingham, cuando su caso ha creado una auténtica conmoción. Su madre, Magdalena Luczac, 27 años, y su padrastro, Mariusz Krezelek, 35, ambos de origen polaco, han sido condenados a cadena perpetua por la muerte causada directamente por un golpe en la cabeza.

Uno de los expertos que examinaron su cuerpo desvalido y deforme admitió ante el juez que su aspecto, con las extremidades en los huesos, las costillas salientes y la columna vertebral encorvada, recordaba al de las víctimas de los campos de concentración nazi.
Pasó 33 horas muerto junto a su hermano

La madre y el padrastro se acusaron mutuamente de la muerte durante el juicio. Los dos reconocieron que el niño pasó 33 horas después de muerto en una cama, junto a su aterrorizado hermano mayor, antes de dar aviso a la policía.

El hermano ha revelado los abusos sistemáticos sufridos por Daniel sobre todo a manos de su padrastro, un ex soldado que castigaba constantemente al niño sin comer, o con baños de agua helada, o le sometía a la tortura conocida como la "bañera", con la cabeza sumergida... "Está temporalmente inconsciente porque casi le ahogo" escribió el padrastro a la madre el día de su muerte.

Durante el juicio ha salido a la luz que Daniel pasaba días sin comer y que robaba frecuentemente la comida a sus compañeros o rebuscaba en la basura para poder llevarse algo a la boca. Su hermano ha relatado que frecuentemente le castigaban días enteros en una habitación sin luz ni baño.

El padre biológico del niño, Eryk Pelka, admitió que estaba al tanto de la difícil relación entre Daniel y su padrastro, pero aseguró que no intuía el alcance de los abusos: "Es una tragedia que un pequeño ángel haya dejado el mundo de esta manera. Sólo deseo el mayor de los castigos para los culpables".

Peter Wahless, director de los Servicio Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños (NSPCC), pidió la apertura de una investigación en toda regla para determinar cómo un caso como el de Daniel Polka no pudo ser detectado por los servicios sociales: "Hay muchas preguntas cruciales que tendrán que ser respondidas para determinar por qué no funcionó la red de protección infantil. Todo parece indicar que Daniel llevaba meses sufriendo y estaba desapareciendo de esta vida ante los ojos de quienes le veían a diario o de quienes le trataron alguna vez en el hospital".

jueves, 22 de agosto de 2013

LA TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL ES MÁS EFICAZ Y EFICIENTE QUE LOS FÁRMACOS PARA EL TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD Y DEPRESIÓN

Nosotros ya lo sabíamos.

al y como recogen diversos medios estos días, los problemas de ansiedad y depresión constituyen uno de los principales motivos de consulta en Atención Primaria. La situación actual de crisis económica ha agravado notablemente la prevalencia de estos trastornos, de tal manera que los expertos advierten que en el 2020 constituirán la primera causa de discapacidad en el mundo.

Recientemente, en el marco de un congreso nacional sobre ansiedad y trastornos comórbidos, profesionales de la medicina han reconocido que los tratamientos farmacológicos actuales resultan insatisfactorios en estos casos, ya que sólo son efectivos en la mitad de los pacientes y su administración no elimina cierta patología residual que se mantiene en el tiempo.




En contrapartida, y si tenemos en consideración la evidencia científica de los últimos años, la terapia psicológica y, específicamente, la terapia cognitivo-conductual, ha demostrado ser una alternativa más eficaz y económica que los fármacos para el tratamiento de la ansiedad y de la depresión y, a diferencia del tratamiento farmacológico, no supone ningún riesgo para la salud y no presenta ningún efecto secundario adverso.

Además de reducir los síntomas de ansiedad y depresión y mantener estos cambios terapéuticos a largo plazo, el tratamiento psicológico proporciona otros beneficios en comparación con el tratamiento farmacológico, tales como una mayor adherencia al tratamiento, una disminución significativa del riesgo de recaídas y una elevada tasa de recuperación (es decir, a diferencia de los fármacos, no deja ninguna "patología residual"), evitando la cronificación del trastorno y disminuyendo, consiguientemente, el número de visitas al médico y los días de hospitalización.

De hecho, las principales guías de práctica clínica basadas en la evidencia científica, tanto internacionales como nacionales (como la del National Institute for Health and Clinical Excellence –NICE-), recomiendan la terapia cognitivo-conductual como el tratamiento de primera elección para el trastorno depresivo leve y moderado, el trastorno de angustia, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias específicas.

Asimismo, el tratamiento psicológico es aconsejable por encima del farmacológico cuando el problema de salud mental que presenta el paciente está complicado por otras condiciones médicas, como abuso de alcohol o drogas, o problemas crónicos de salud física, así como en el caso de niños, adolescentes y mujeres embarazadas, debido al riesgo elevado para la salud que supone el consumo de psicofármacos en estos grupos de pacientes. Sólo en los casos severos se recomienda el uso de medicación, pero siempre en combinación con tratamiento cognitivo-conductual, e informando al paciente sobre los objetivos terapéuticos, la duración del tratamiento farmacológico, los posibles efectos secundarios y los riesgos que conlleva una interrupción brusca de la medicación.

Por todos estos motivos, numerosos organismos competentes en materia de salud -como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido (NICE) o la Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH)- señalan las ventajas económicas y psicosociales de la implementación de terapias psicológicas en los servicios de Atención Primaria, así como la necesidad de los ciudadanos de recibir otro tipo de atención sanitaria menos medicalizada, más humanizada y, sobre todo, más ajustada a sus necesidades.

Como ejemplo práctico, esta estrategia ya se ha puesto en marcha con éxito en el Reino Unido, que ha incorporado a más de 5.000 psicólogos en los servicios de Atención Primaria para ofrecer tratamiento psicológico basado en la evidencia y cubrir la demanda asistencial que requieren los problemas de ansiedad y depresión. Los informes y estudios publicados muestran el éxito de esta estrategia de actuación frente al abordaje farmacológico tradicional, así como la gran satisfacción manifestada por parte de los usuarios de los servicios de salud de ese país.

Sin embargo, a pesar del respaldo científico que avala la terapia cognitivo-conductual, en nuestro país, el modelo asistencial que impera en salud mental, excesivamente medicalizado y biologicista, así como el escaso número de profesionales de psicología en el sistema sanitario, impiden el acceso al mejor tratamiento posible para las personas afectadas de estos problemas.

En el marco del congreso sobre ansiedad y trastornos comórbidos mencionado anteriormente, los profesionales de la medicina manifestaron su inclinación a tratar estos problemas con unos fármacos de reciente aparición (denominados "duales"), otros nuevos antidepresivos e, incluso, anticonvulsivos, dado que la terapia psicológica es un artículo de "lujo" y que no parece que nuestro modelo sanitario siga el camino de incorporar, como recomiendan los organismos internacionales, más psicólogos en el sistema sanitario.

Esta insistencia en anclarse en un modelo de intervención -el farmacológico- que ha demostrado no ser el mejor tratamiento disponible, cuestiona gravemente la calidad asistencial que se ofrece a los ciudadanos. Las decisiones clínicas deberían ir encaminadas, no necesariamente hacia la medicalización, sino hacia la respuesta terapéutica que, sobre la base de la evidencia empírica, haya demostrado una mayor eficacia y eficiencia.

La tendencia a recetar fármacos de manera abusiva (a pesar de sus efectos secundarios, de su dudosa eficacia para el tratamiento de algunas dolencias y del elevado coste económico que suponen), tiene serias repercusiones que transcienden al ámbito personal o social. A este respecto, Infocop ha publicado recientemente una serie de artículos, en los que diferentes investigadores reflexionan sobre la verdadera eficacia de los antidepresivos, los efectos nocivos de la administración de psicofármacos a la largo plazo, la dudosa validez de la teoría que reduce la explicación de los trastornos mentales a simples desequilibrios bioquímicos y sobre los intereses económicos de la industria farmacéutica en perpetuar estos modelos de actuación en salud mental (más información aquí).


fuente: ABC

miércoles, 7 de agosto de 2013

LA FALTA DE DISPONIBILIDAD DE TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS EN EL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO SUPONE UNA GRAVE DISCRIMINACIÓN – INFORME DE LA LSE

Un nuevo informe de la London School of Economics and Political Science (LSE) ha calificado de "discriminación escandalosa" la escasez de tratamientos psicológicos que se ofrecen a las personas con problemas de salud mental en el sistema sanitario público. 
Esta prestigiosa universidad de Reino Unido fue la misma que elaboró en el año 2006 el conocido informe The Depression Report, en el que se justificaba la necesidad de intervenir de la manera más eficaz, eficiente y efectiva sobre la elevada incidencia de trastornos mentales comunes, recomendando la intervención psicológica (por su mejor relación coste/beneficio) frente al tratamiento farmacológico. Gracias a este informe y a los esfuerzos realizados por un conjunto de asociaciones de pacientes y profesionales, el gobierno del Reino Unido inició un cambio pionero en la atención de las personas con problemas de ansiedad y depresión, incorporando tratamientos psicológicos basados en la evidencia en los servicios de Atención Primaria, en el marco del Programa Improving Access to Psychological Therapies (IATP).

fuente: infocop

jueves, 1 de agosto de 2013

EE.UU. apuesta por mejorar el acceso a los servicios de salud mental


El Gobierno de EE.UU., urgido ante la necesidad de frenar la oleada de tiroteos que se han producido en los últimos meses en diversos centros educativos de este país, aprobó el mes de enero un total de 23 decretos dirigidos a prevenir la violencia y a atajar el problema del acceso a armas de fuego.
Entre estas medidas se contempla - además de aumentar el control sobre la venta de armas y restringir el acceso a potenciales compradores – prestar una mayor atención a los problemas de conducta y presencia de trastornos mentales y abuso de drogas en niños y adolescentes.
Tal y como señaló el presidente de los EE.UU. en una rueda de prensa, el objetivo de esta reforma es “hacer que el acceso a la atención a la salud mental sea tan fácil como el acceso a las armas de fuego”.
A este respecto, Obama apuntó que si bien una persona con problemas de salud mental tiene mayor probabilidad de ser víctima de un crimen violento que de ser el perpetrador de dicho acto, los recientes tiroteos han puesto de manifiesto que algunos casos de problemas de conducta y de salud mentalpueden desembocar en situaciones críticas si las personas no reciben el tratamiento adecuado. Por este motivo, insistió, “tenemos que hacer algo más que dejar las armas fuera del alcance de las personas con problemas de salud mental grave” (…) necesitamos identificar los problemas de salud mental de manera precoz y ayudar a que las personas reciban el tratamiento que necesitan antes de que se desencadenen estas situaciones de peligro”.
De esta manera, el nuevo plan de Obama para prevenir y abordar los problemas de salud mental se cimenta sobre dos pilares, que son:
  • Iniciativas dirigidas a mejorar la seguridad en los centros escolares y la capacidad de la comunidad educativa para identificar y dar una respuesta eficaz a la presencia de problemas de salud mental, abuso de sustancias o violencia escolar.
  • Medidas para mejorar el acceso a servicios de salud mental para toda la población, y especialmente para los jóvenes y niños, así como intensificar la concienciación pública sobre este tema.
Específicamente, los decretos aprobados contemplan una importante partida presupuestaria para aumentar el número de “profesionales especializados en abordar los problemas de conducta en los centros educativos”, que implementen prácticas basadas en la evidencia para mejorar el clima escolar. A este respecto, y basándose en la opinión de expertos, las intervenciones evitarán la prescripción de fármacos, debido a sus graves efectos secundarios en niños, priorizándose otro tipo de intervenciones que aseguren que estos problemas de conducta “normales” en la infancia y la adolescencia no se etiqueten incorrectamente como trastornos mentales.
Asimismo, se ha anunciado la puesta en marcha del Programa AWARE (Advancing Wellness and Resilience in EducationMejorar el bienestar y resiliencia en la educación). Dicho programa, que cuenta con un presupuesto de más de 100 millones de dólares, se implementará en los centros educativos con el objetivo de identificar de manera temprana a los alumnos con problemas de salud mental y derivarles a tratamiento. El Programa AWARE consta de los siguientes componentes clave:
  • Unos talleres de formación en primeros auxilios en salud mental para que los profesores y adultos que intervienen en los contextos educativos aprendan a identificar a los alumnos con problemas psicológicos y ayuden a las familias a buscar tratamiento.
  • La creación de redes de coordinación entre los centros escolares, la policía, los servicios de salud mental y otras organizaciones locales, que garanticen que los estudiantes con problemas de salud mental o de conducta accedan a los servicios que precisen.
  • La implementación de estrategias innovadoras a escala estatal, que proporcionen a los jóvenes con problemas de salud mental o abuso de sustancias un apoyo inmediato más allá del contexto escolar.
  • La inversión en servicios de salud mental para los estudiantes víctimas de actos violentos, de tal manera que se consiga frenar la escalada de violencia que afecta a uno de cada cinco jóvenes.
  • La formación de 5.000 nuevos profesionales de la salud mental (entre los que se incluyen psicólogos, trabajadores sociales y consejeros) que puedan atender a los estudiantes y a la comunidad educativa por todo el país.
Con estas medidas legislativas, EE.UU. se suma a la lista de países que están iniciando cambios en sus sistemas sanitarios para priorizar la atención a la salud mental, - tradicionalmente relegada a un segundo o tercer plano -, dadas las graves repercusiones que supone la inadecuada cobertura de los problemas de salud mental en la población, tanto en términos de costes económicos como de sufrimiento humano, así como el aumento considerable de la prevalencia de trastornos mentales.
Las acciones emprendidas por el Gobierno de Obama, si bien  han recibido críticas por el perjuicio que pueda causar la identificación de la enfermedad mental con los actos violentos acaecidos en las escuelas de este país, se espera que produzcan un cambio sin precedentes en la mejora del acceso a los servicios de salud mental de toda la población, permitiendo que millones de estadounidenses, que actualmente no disponen de este tipo de cobertura, puedan acceder a tratamiento para este tipo de problemas.


fuente: infocop