viernes, 23 de marzo de 2012

Más psicoterapia y menos pastillas

Tras realizar un amplio estudio sobre salud mental, la OCU pide que la psicoterapia sea el tratamiento prioritario para los pacientes diagnosticados con ansiedad y depresión menor, reservando la medicación solo para los casos en que ha demostrado su utilidad.

La Organización de Consumidores y Usuarios ha realizado un estudio cualitativo sobre la atención que reciben en España las personas con depresión menor y ansiedad. Tras 34 entrevistas en profundidad a pacientes, médicos de atención primaria, especialistas en salud mental y gerentes de centros especializados, una de las principales conclusiones es que la mayoría de tratamientos recurre a la medicación.
Antidepresivos y tranquilizantes se prescriben en demasiados ocasiones, a pesar de que el tratamiento de elección para la ansiedad y la depresión debe ser la psicoterapia. 
Diferentes estudios señalan que entre un 20% y un 25% de los ciudadanos sufrirá un problema de salud mental. En una gran proporción de casos este trastorno estará relacionado con el estado de ánimo. La psicoterapia no es una alternativa generalizada y se ofrece a pocos pacientes.
Quienes llegan a ser atendidos sufren una lista de espera de entre 2 y 4 meses. También hay grandes diferencias territoriales en la atención que se presta en los distintos centros. Pese a todo, los pacientes que reciben psicoterapia se muestran más satisfechos.
La OCU considera que en muchas ocasiones existe un gran retraso hasta llegar al diagnósticodefinitivo, lo que puede provocar tanto un tratamiento inadecuado como pérdida de tiempo y recursos. El impacto en el entorno personal y social de los afectados es indudable. La OCU entiende que el coste de la generalización de la psicoterapia se vería ampliamente compensado con la reducción de las bajas laborales por ansiedad y depresión. 
Además de la mejora en los tratamientos de la ansiedad y depresión menor a través de la psicoterapia, la OCU cree que es necesario: 
  • Concienciar a los pacientes sobre el uso responsable del sistema sanitario y explicarles que cualquier dificultad vital no tiene por qué solucionarse médicamente. 
  • Promover entre los profesionales (médicos y especialistas en salud mental) una administración responsable de los fármacos, ajena a las presiones de los pacientes, la industria o la falta de tiempo. La atención de la ansiedad y la depresión menor debe ir en la línea que marca la Organización Mundial de la Salud, siguiendo las evidencias científicas actuales: la psicoterapia es más efectiva y los fármacos solo son útiles en casos contados.
  • Mejorar la dotación de los centros de atención primaria, como primera parada de un número creciente de personas con dificultades para enfrentar los problemas de la vida cotidiana. 
  • Formar a los médicos de atención primaria para mejorar sus habilidades en técnicas de entrevista y escucha. 
  • Acercar a los especialistas de salud mental a los centros de atención primaria. 
  • Terapias de grupo y talleres en el primer nivel de atención, ya que pueden ser útiles y menos costosos que los individuales, para enseñar a relajarse, elaborar el duelo, afrontar el estrés, dominar el insomnio, etc. 
  • La especialización del personal de enfermería para administrar una parte de estas enseñanzas, mejorando así la eficiencia del sistema.


No hay comentarios:

Publicar un comentario