Psicología perinatal: una disciplina para el desarrollo integral de la maternidad

Está comprobado que la situación emocional de la mujer influye en su cuerpo físicamente, por lo que desde el momento en que decide quedarse embarazada, es interesante tener en consideración cuestiones como el estrés o la ansiedad que pueden afectar directamente a la concepción o al desarrollo del feto.
La profesora del grado online en Maestro de Educación Infantil de la Universidad Internacional de La Rioja, Fátima Prieto, miembro también de la Asociación Española de Psicología Perinatal, explica la relevancia de  esta disciplina que abarca la prevención, el diagnóstico y la intervención psicológica en mujeres y familias que se encuentran en la etapa preconcepcional, gestacional y postnatal.
Según Prieto las razones por la que la psicología prenatal tiene sentido son, de un lado, que la salud psicológica de la madre altera su salud física, como en el caso del estrés severo que produce la segregación de hormonas placentarias como el cortisol, potenciando la vulnerabilidad de los niños al estrés. De otro lado, las investigaciones con técnicas de ecografía 4D han comprobado que los fetos muestran repertorios de conducta similares a los que luego despliegan tras nacer por lo que esos hallazgos permitirán en el futuro la creación de herramientas psicológicas para valorar neuroconductualmente al bebé antes de nacer.
Cada etapa, una necesidad
- Etapa preconcepcional: Lo más habitual que puede afectar en el equilibrio emocional durante esta etapa es precisamente la ausencia de embarazo. Los consecutivos intentos para conseguir la concepción sin éxito pueden provocar ansiedad y lleva a muchas mujeres a buscar productos milagros en internet. Fátima Prieto alerta precisamente sobre este riesgo y recomienda practicar deporte o actividades de relajación como meditación o yoga, además de consultar al especialista si tras un año intentando quedarse embarazada no se logra.
- Etapa gestacional: Los efecto psicológicos de un embarazo en la mujer son diferentes según si el embarazo es buscado o no o si, aún sin ser buscado, es deseado o no. La edad de la madre también requiere abordajes diferentes, ya que un embarazo adolescente cuenta con implicaciones psicológicas distintas que uno de una mujer adulta.
Además, en cada trimestre, las preocupaciones de la gestante van variando, desde el miedo a una correcta implantación y desarrollo del feto, de los primeros meses, hasta las incertidumbres concernientes al parto y a cómo será la vida cuando llegue el bebé.
- Etapa postnatal: La depresión postparto es la expresión más grave que puede manifestarse tras la llegada del recién nacido. Sin embargo, las inseguridades se presentan en la mayoría de los casos ya que las recientes mamás se encuentran con un ser completamente dependiente y deben adaptarse mutuamente para lo que se puede recurrir a doulas o asesores de lactancia, si bien en caso de complicaciones se debe acudir a especialistas en psicología perinatal.


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