miércoles, 3 de marzo de 2010

Alarmante aumento del suicidio como causa de muerte en España

Recientemente los medios de comunicación se han hecho eco de la última estadística publicada por el INE sobre las causas de muerte en nuestro país, destacando que los grupos de enfermedades causantes de fallecimientos que más aumentaron respecto a 2007 fueron los trastornos mentales y del comportamiento y las enfermedades del sistema nervioso.
Las defunciones por trastornos mentales y del comportamiento aumentaron un 4,6% y alcanzaron los 12.879. El grueso de ellas se debe a la demencia senil o presenil. El resto, se trata de personas, algunas en riesgo de exclusión social, que abandonan sus cuidados. Algunos de ellos mueren, finalmente, por una neumonía, pero en su certificado de defunción consta que una enfermedad mental ha sido la causa. Son trastornos asociados al consumo de alcohol o drogas.
Debido a enfermedades del sistema nervioso hubo 17.432 muertes, un 4,2% más que en el año anterior. Destaca el alzhéimer, que causó 10.349 fallecimientos (el 69,6% de ellos correspondieron a mujeres). Las tres principales causas de mortalidad en España en 2008 por grandes grupos fueron las enfermedades cardiovasculares (responsables del 31,7% del total de defunciones), los tumores (26,9%) y las enfermedades del sistema respiratorio (11,4%).
Hemos hecho un estudio preliminar de los datos en la provincia de Cádiz, y llama poderosamente la atención el predominio de suicidas hombres sobre mujeres (90 sobre 25), el INE no precisa nada más que nos permita extraer conclusiones sobre este particular.
También se desprende el perfil del típico suicida como varón de entre 30-40 años; concentrándose la mayoría de los casos en esta franja de edades. El aumento de los casos de depresión, la crisis económica, el cambio en el estilo de vida, con predominio de las relaciones virtuales y aumento del aislamiento social, la falta de estabilidad familiar y laboral se pueden señalar como posibles causas del espectacular aumento de los suicidios en los últimos años.














En la medida que sean publicados nuevos datos iremos profundizando en el estudio de los mismos, lo que sí se puede afirmar es que España se va aproximando a las sociedades más  "modernas" (véase nórdicas, norteamérica, Japón...) para lo bueno y para o malo. Es indudable que una intervención profesional en casos de crisis, depresión, adicciones y otras circunstancias es de crucial importancia para disminuir esta alarmante estadística. Un mejor acceso a los profesionales de la psicología en fases tempranas de trastornos del comportamiento pueden prevenir que muchos de ellos alcancen un trágico final.


Gráficos de  elaboración propia. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa. Datos fuente INE.

domingo, 28 de febrero de 2010

El trastorno Obsesivo-compulsivo: cuando nuestros pensamientos toman el control

recientemente, el actor Justin Timberlake ha declarado estar en tratamiento para el TOC
No podía hacer nada sin convertirlo en un ritual. Los rituales invadían cada aspecto de mi vida. Quedaba realmente atrapado contando cosas. Me lavaba el pelo tres veces en lugar de una porque tres era un número de buena suerte y uno no lo era. Me tomaba más tiempo leer porque contaba los renglones en los párrafos. Cuando ponía mi despertador por la noche, tenía que ser en un número que no equivaliese a un número ‘malo’”.
" Siempre me preocupó que si no hacía algo, mis padres iban a morir. Tenía esos terribles pensamientos de que podía herir a mis padres. Eso era completamente irracional, pero los pensamientos provocaban más ansiedad y más comportamiento absurdo. A causa del tiempo que pasaba haciendo estos rituales, no podía hacer muchas cosas que eran importantes para mí”.
“Sabía que los rituales no tenían sentido, y me sentía profundamente avergonzado de ellos, pero parecía que no pudiese superarlos hasta que entré a terapia”.

  A veces, todos comprobamos las cosas dos veces, por ejemplo, comprobamos la cocina antes de irnos de la casa para asegurarnos de que esté apagada. Pero las personas con TOC sienten la necesidad de comprobar las cosas una y otra vez, tienen ciertos pensamientos recurrentes o realizan rutinas o rituales en reiteradas ocasiones. Los pensamientos y rituales del TOC causan angustia e interfieren con la vida cotidiana.
  Estos pensamientos recurrentes y perturbadores del TOC se llaman obsesiones. A fin de intentar controlar estas obsesiones, las personas con TOC repiten rituales o comportamientos, llamados compulsiones. Quienes tienen TOC no pueden controlar dichos pensamientos y rituales. Muchas veces, las compulsiones sirven a estas personas para disminuir la ansiedad que les provocan sus pensamientos.
  Ejemplos de obsesiones son el miedo a gérmenes, a ser heridos(as) o herir a otros, y pensamientos perturbadores de carácter religioso o sexual. Ejemplos de compulsiones son contar o limpiar cosas, lavarse el cuerpo o partes de este reiteradamente, o ordenar cosas de un modo en particular, cuando estas acciones no son necesarias, y verificar todo una y otra vez.
  La razón por la que el TOC interfiere con sus vidas es que  no pueden detener estos pensamientos o rituales, de tal modo que, por ejemplo, en ocasiones faltan a la escuela, al trabajo, o a reuniones con amigos(as). 
  Las personas con TOC:
  • tienen pensamientos o imágenes recurrentes sobre muchas cosas diferentes, como miedo a gérmenes, la suciedad o intrusos; violencia; herir a seres queridos; actos sexuales; conflictos con creencias religiosas; o higiene personal excesiva.
  • realizan los mismos rituales una y otra vez tales como lavarse las manos, abrir y cerrar puertas, contar, guardar artículos innecesarios, o repetir los mismos pasos constantemente.
  • tienen pensamientos y comportamientos indeseados que no pueden controlar.
  • no obtienen placer de tales comportamientos o rituales, pero sienten un leve alivio de la ansiedad que estos pensamientos causan.
  • pasan por lo menos una hora al día con estos pensamientos o rituales, los cuales causan angustia e interfieren con su vida cotidiana.
Cómo puede ayudarle un psicólogo si cree tener TOC:
El TOC es uno de los trastornos mejor estudiados y cuenta con un tratamiento ampliamente probado en el ámbito de la psicología.
El tratamiento cognitivo conductual (TCC) para el TOC incluye ayudar a los pacientes a cambiar sus patrones de ideas o pensamientos relacionados con los impulsos y compulsiones obsesivas.
Como parte del TCC, puede incluirse un tratamiento conductual que consiste en la exposición y prevención de la respuesta. En dicho tratamiento, el paciente se expone deliberadamente a las situaciones que tienen tendencia a estimular sus compulsiones (por ejemplo, ensuciándose las manos). Un terapeuta con experiencia ayuda al paciente a afrontar la ansiedad generada, al mismo tiempo que le anima a no poner en marcha una compulsión (por ejemplo, el lavado excesivo de las manos).

miércoles, 10 de febrero de 2010

Primera versión de la nueva "biblia" de psicología y psiquiatría.

La APA (Asociación Psiquiátrica Americana) acaba de publica el primer borrador de trabajo de lo que se será sin duda el documento más influyente en la psicología y psiquiatría de Estados Unidos y también de España, donde goza de gran popularidad entre los profesionales. El DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders o Manual de los desórdenes mentales en español) es el sistema de clasificación que se utiliza para determinar "que es normal" y que no, y ofrece unas pautas a los profesionales de forma que los diagnósticos sigan siempre el mismo esquema y sean coherentes, es, por así decirlo, la "biblia" de los psicólogos.
En esta nueva revisión (que será la 5ª), que comienza hoy un periodo de dos años de discusiones y debates; la APA pretende simplificar algunos trastornos mentales, agrupándolos en categorías más amplias y claras; también se tienen en cuenta consideraciones más actuales sobre cómo el género o la raza y grupo étnico influyen en los trastornos mentales.
Este proceso no está exento de polémica y ya se escuchan voces en contra de la desaparición de trastornos tan consolidados como el de ansiedad generalizada (al comprobarse que prácticamente siempre se presente junto a la depresión) y la inclusión de nuevos epígrafes, como el trastorno por atracón. "Trastorno de relación", "síndrome de alienación parental", "trastorno de apatía", son también candidatos a ser incluidos, también toma fuerza la categoría del "espectro autista" y asperger. De momento no existe suficiente evidencia científica para incluir la adicción a internet, pero sí se incluyen nuevas adicciones como el trastorno hipersexual, desorden coercitivo parafílico y otros. Sin embargo, es en esta categoría de desórdenes sexuales donde se prevén los debates más encendidos, al incluirse como trastorno una categoría sobre identidad de género, que ya ha ocasionado la reacción de colectivos de transexuales en los EEUU.
En definitiva, quedan dos años por delante de debate en la comunidad científica hasta tener en nuestras manos el manual definitivo que guiará el psicodiagnóstico la próxima década.

miércoles, 27 de enero de 2010

Trastorno Obsesivo-compulsivo


en clave de humor...
















CLAUDIO KAPPEL | Zapata y Maure (Belgrano/Colegiales) | Cap. Fed. | Buenos Aires | Argentina | 4553-0392 

Depresión: cuando la melancolía no desaparece



Realmente me costaba mucho salir de la cama por las mañanas. Yo solo quería esconderme debajo de las sábanas y no hablar con nadie. No tenía ganas de comer y perdí mucho peso.
Ya nada me parecía divertido. Estaba cansada todo el tiempo y no podía dormir bien de noche. Sabía que tenía que seguir adelante haciendo mis cosas porque tengo hijos y un trabajo, pero me parecía imposible poder hacerlo, sentía que nada iba a cambiar ni mejorar.
Comencé a faltar al trabajo y una amiga notó que algo andaba mal. Me contó que durante un tiempo ella también había estado muy deprimida y que obtuvo ayuda de su médico.
Llamé a mi médico y le conté cómo me sentía. Me hizo ir para examinarme y me dio el nombre de un especialista experto en el tratamiento de la depresión.
Ahora veo periódicamente al especialista para recibir terapia de “diálogo”, la cuál me ayuda a aprender maneras de lidiar con esta enfermedad en mi vida diaria y estoy tomando medicamentos para la depresión.
No todo mejoró de un día para el otro, pero ahora me siento más capaz de disfrutar de la vida y de mis hijos.

 

Ocasionalmente, todos nos sentimos melancólicos o tristes, pero estos sentimientos, por lo general, desaparecen en unos días. Cuando una persona tiene depresión, esta interfiere con su rutina y vida diaria; por ejemplo, ir a trabajar o a la escuela, cuidar niños, y en las relaciones con la familia y los amigos. La depresión es dolorosa tanto para la persona que la padece como para quienes se preocupan por ella.
La depresión puede manifestarse de maneras muy diferentes en diferente gente o en la misma persona con el pasar del tiempo. Es una enfermedad común pero grave. Un tratamiento puede ayudar a mejorar aún a aquellos con los grados más graves de depresión.
La depresión es una enfermedad común pero grave.
Un tratamiento puede ayudar a mejorar aún a aquellos con los grados más graves de depression.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión?

  • Sentimientos continuos de tristeza, ansiedad, o vacío
  • Sentimientos de desesperanza
  • Sentimientos de culpa, inutilidad, o impotencia
  • Sentimientos de irritabilidad o inquietud
  • Pérdida de interés en las actividades o pasatiempos que antes disfrutaba, incluyendo las relaciones sexuales
  • Sensación de constante cansancio
  • Dificultad para concentrarse, recordar detalles, o para tomar decisiones
  • Incapacidad para dormir o permanecer dormido (insomnio); posibilidad de despertar en plena noche o dormir todo el tiempo
  • Comer excesivamente o pérder el apetito
  • Pensamientos suicidas o intentos de suicidio
  • Dolores y malestares persistentes, dolores de cabeza, cólicos, o problemas digestivos que no desaparecen
No todos a quienes se diagnostica depresión presentan estos síntomas. Los signos y síntomas pueden ser diferentes en hombres, mujeres, niños jóvenes, y ancianos.

Puede una persona sufrir de depresión y otras enfermedades a la vez?

A menudo, las personas presentan otras enfermedades junto con la depresión. Algunas veces, otras enfermedades se presentan primero, pero en otras ocasiones, es la depresión la que aparece primero. Todas las personas y situaciones son diferentes, pero es importante no ignorar estas enfermedades y buscar tratamiento para ellas y para la depresión. Algunas enfermedades o trastornos que pueden acompañar a la depresión son los siguientes:
  • Trastornos de ansiedad, entre ellos, trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastorno de pánico, fobia social, y trastorno de ansiedad generalizada (TAG);
  • Abuso o dependencia del alcohol o de otras sustancias;
  • Enfermedad cardiaca, derrame cerebral, cáncer, VIH/SIDA, diabetes, y enfermedad de Parkinson.
Estudios han descubierto que el tratar a la depresión puede ayudar a tratar estas otras enfermedades.

¿Cuándo comienza la depresión?

Los niños pequeños y los adolescentes pueden padecer de depresión, pero también puede ocurrir a otras edades. La depresión es más común en mujeres que en hombres, pero hombres también la padecen. La pérdida de un ser amado, el estrés, los cambios hormonales, o eventos traumáticos pueden desencadenar a la depresión a cualquier edad.

¿Existe ayuda?

Existe ayuda para quienes sufren de depresión. Aun en los casos más graves, la depresión es altamente tratable. El primer paso es visitar a un médico. Su médico de familia o de una clínica es un buen lugar donde comenzar. El médico puede asegurarse de que los síntomas de la depresión no sean provocados por otra condición médica. El médico puede referirlo a un profesional de la salud mental.
Los tratamientos más comunes para la depresión son la psicoterapia y la medicación.

Psicoterapia

Varios tipos de psicoterapia o “terapia de diálogo”, pueden ayudar a las personas con depresión.
Existen dos tipos principales de psicoterapia que se utilizan habitualmente para el tratamiento de la depresión: la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal. La terapia cognitivo-conductual enseña a las personas a cambiar estilos negativos de pensamiento y de comportamiento que pueden contribuir a su depresión. La terapia interpersonal ayuda a las personas a entender y resolver relaciones personales problemáticas que pueden causar o empeorar su depresión.
La psicoterapia puede ser la mejor opción para tratar la depresión leve a moderada. Sin embargo, para casos graves de depresión o para ciertas personas, la psicoterapia puede no ser suficiente. Para los adolescentes, una combinación de medicamentos y psicoterapia puede ser lo que mejor funcione para tratar la depresión grave y ayudar a evitar que esta reaparezca. Además, en un estudio sobre el tratamiento de la depresión en ancianos se descubrió que quienes mejoraron por medio de la medicación y de la terapia interpersonal tenían menos probabilidades de volver a sufrir de depresión si continuaban su tratamiento combinado durante, al menos, dos años.

Medicamentos

Los medicamentos ayudan a equilibrar las sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores. Aunque científicos no están seguros de la forma exacta en como estas sustancias químicas funcionan, sí saben que afectan el estado de ánimo de una persona. Entre las clases de medicamentos antidepresivos que ayudan a mantener los neurotransmisores en sus niveles adecuados se encuentran las siguientes:
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
  • Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina
  • Inhibidores de la monoamino oxidasa
Estos diferentes tipos de medicamentos afectan a diferentes sustancias químicas del cerebro.
Los medicamentos afectan a las personas de distintas maneras. Algunas veces, es necesario probar distintos tipos hasta encontrar uno que funcione. Si comienza a tomar medicamentos, informe inmediatamente a su médico sobre cualquier efecto secundario. Según el tipo de medicamento, entre los posibles efectos secundarios se encuentran los siguientes:
  • Dolor de cabeza
  • Náuseas
  • Insomnio y nerviosismo
  • Inquietud o sensación de ansiedad
  • Problemas sexuales
  • Boca seca
  • Estreñimiento
  • Problemas de la vejiga
  • Visión borrosa
  • Somnolencia (tener sueño) durante el día
adaptado de Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos
Institutos Nacionales de la Salud

domingo, 24 de enero de 2010

¿Qué es el estrés?


¿Qué es el estrés?

Seguramente que esta palabra la ha escuchado muchísimas veces, y otras tantas la habrá leído. Hoy todos hablan del estrés, pero pocos nos aclaran su significado.

El estrés es la consecuencia de la adaptación de nuestro cuerpo y nuestra mente a los cambios. En términos más científicos es la reacción fisiológica, psicológica y de comportamiento de un individuo que se esfuerza por amoldarse a las presiones tanto internas como externas y por adaptarse a las mismas.

Existen dos tipos de estrés, si bien cierta medida de estrés es indispensable para nuestra salud y nuestra capacidad productiva, la medida óptima que apunta a un mejoramiento de la salud y el rendimiento se llama fase positiva o eustrés. Si el estrés sigue aumentando, la salud empeora y el rendimiento disminuye; este proceso se considera estrés negativo o distrés.

El estrés es un hecho habitual en nuestras vidas. Es inevitable ya que cualquier cambio al que debamos adaptarnos representa estrés. Eso significa que no sólo los eventos negativos sino también los sucesos positivos pueden resultar estresantes.

El estrés no es un fenómeno nuevo ni se limita al mundo occidental; sin embargo en la actualidad debido al desarrollo de la tecnología se han alterado radicalmente nuestras vidas: lo que necesitamos saber, los problemas que debemos resolver y las amenazas con que nos encontramos. Los medios de difusión y la explosión de conocimiento han expandido enormemente nuestros mundos personales. Se estima que encontramos por año mil veces más acontecimientos que nuestros abuelos, pero el tiempo que tenemos para tomar las decisiones es más o menos el mismo. El resultado es que la presión aumenta y nuestros cuerpos protestan.

El síndrome del estrés se define como una combinación de tres elementos: el ambiente, los pensamientos negativos y las respuestas físicas. Estos interactúan de tal manera que hacen que una persona se sienta ansiosa, agresiva o deprimida.

De manera que si queremos evitar o dejar de estar ansiosos, agresivos o deprimidos; debemos comenzar por regular el estrés, lo que se puede lograr por medio de algunos de sus elementos. Aprendiendo la forma de modificar el ambiente, nuestros pensamientos, y nuestras respuestas físicas que nos alteran; habremos librado la primer batalla al estrés.

lunes, 14 de diciembre de 2009

¿Para qué acudir a una entrevista con un psicólogo?


Si nos rompemos un brazo o tenemos un resfriado, acudimos sin pensar al médico, sin embargo no todos los problemas d elas personas pueden verse tan fácilmente. Cuando las personas tienen problemas con sus emociones, sus sentimientos o con la manera cómo actúan, entonces debemos acudir al psicólogo.
Hay que desterrar la idea de que los psicólogos son "loqueros" o "comecocos", son personas con una alta cualificación profesional, con años de estudio de una disciplina científica y que están preparados para ayudar eficazmente a las personas.